Debate Electoral: José Ramón Montero VS Aitor Silván

Moderación de la Cadena SER:

Muy buenas noches y bienvenidos a este debate entre dos de los candidatos a la presidencia del Gobierno, un debate organizado por la Cadena SER. Queremos saludar desde aquí a los telespectadores y a los oyentes de radio, en este primer debate electoral del Siglo XX entre las dos formaciones políticas favoritas para ganar las Elecciones a Cortes Constituyentes. Saludar, también, y dar la bienvenida, al señor Montero, candidato del Partido Socialdemócrata, y bienvenido sea también el señor Silván, candidato de Alianza Popular: muchas gracias a ambos por aceptar este cara a cara organizado por la Cadena SER. El debate consistirá en dos intervenciones previas para abrir el debate y finalmente otra intervención conclusiva. En mitad de ellos, un debate de cuatro bloques: Constitución y Modelo de Estado, Política Económica y Social, Terrorismo y Seguridad y finalmente Política Internacional. Según lo acordado, Aitor Silván abrirá todos los turnos, y los cerrará José Ramón Montero.

Tiene por lo tanto la palabra el candidato de Alianza Popular, Aitor Silván.

FDP: Por favor, que no escriba nadie que no sea el rojo de Montero ni un servidor.

Muchas gracias.

Este es el primer debate electoral de nuestra Historia reciente entre las formaciones que, a priori y según todas las encuestas, están mejor situadas para ganar las próximas Elecciones Legislativas del 15 de Junio. Yo vengo a este debate para exponer el proyecto político de Alianza Popular y para explicar cuáles son las propuestas con las que quiero ser el próximo presidente del Gobierno de España. Yo no quiero ser el presidente para calentar el sillón o para pasar el rato. Yo quiero ser el presidente del Gobierno para solucionar la crisis económica que nos afecta y para llegar a un consenso democrático y legítimo con todas las formaciones políticas democráticas para redactar una Constitución que responda a los intereses generales de los ciudadanos españoles. Espero de este debate que sea limpio, con ideas y con propuestas, y que se realice desde la moderación y el respeto para las ideas que salgan a debate.

Gracias.

En primer lugar quiero agradecer a la Cadena SER la organización de este debate y a mi adversario en el debate el señor Silván su asistencia al mismo.

Hoy es un día histórico. Nos encontramos en el mayor debate electoral en número de oyentes que ha habido nunca en España. Y es además el primer debate libre que se celebra en nuestro país en casi 40 años. Por lo tanto, no es sólo un vehículo de expresión: es también un gesto político de gran trascendencia y como tal debe ser tomado.

Hoy en día España se enfrente a dos grandes crisis, pero también a dos grandes oportunidades. Nos encontramos en primer lugar con una crisis política provocada por la muerte de Franco y la consiguiente incertidumbre política sobre el futuro de nuestro modelo político, si bien los partidos democráticos estamos poniendo todo nuestro empeño en que nunca volvamos a sufrir una dictadura. Y por otra parte nos enfrentamos a una crisis económica enorme que afecta a los precios, a la producción y sobre todo al empleo.

El PSD, al que represento, cree que la solución a estas crisis está conectada. Creemos en que la crisis política debe resolverse con un proceso constitucional enmarcado dentro del llamado "Compromiso de Cádiz", con una Constitución de consenso, democrática y refrendada por el pueblo español y que establezca un Estado social y democrático de derecho. Y en ese escenario democrático se deben emprender toda una serie de reformas económicas y sociales destinadas a mejorar nuestro sistema productivo modernizándolo y además empleando numerosos programas sociales que aseguren el pleno empleo, el poder adquisitivo de los trabajadores y las clases medias y la internacionalización de la economía española.

A lo largo de este debate presentaré las ideas del Partido Socialdemócrata para abordar estos problemas. Ideas que creemos van a abrir una etapa de prosperidad política y económica con la ayuda de todos.

Muchas gracias.

Por supuesto.

Bien, como dije anteriormente en la intervención inicial, Alianza Popular tiene dos objetivos fundamentales: resolver la crisis económica y elaborar una Constitución Española. Para este último, hemos dado ya un paso importante con la firma del Compromiso de Cádiz, un documento que expulsa del consenso democrático a quienes rechazan la democracia parlamentaria y que además sienta las bases para establecer lo que toda la sociedad reclama: un Estado Democrático y de Derecho en el que prime el imperio de la Ley. El Compromiso de Cádiz es un texto que será histórico porque ha sido capaz de poner de acuerdo al centro, a la derecha y a la izquierda y así debe ser entendido por la sociedad actual y por las nuevas generaciones. ¿Qué es lo que espera Alianza Popular? Una Constitución en la que podamos reconocer la riqueza pluricultural de España: nuestro país contiene un gran número de tradiciones y lenguas y ello debe ser motivo de orgullo para todo ciudadano español. Una Constitución que permita afirmar que la Nación Española es la Patria de los españoles y es indivisible, o lo que es lo mismo, señor Montero, rechazar frontalmente la autodeterminación que podría llegar a desembocar en la pérdida de territorios españoles. Queremos una Constitución que pueda proclamar a la Monarquía como la forma de Gobierno del Estado Español, porque es el símbolo de la unidad y de la permanencia de nuestro país.

Ése es nuestro modelo de Estado. Ése es el modelo de Estado que yo propongo a los españoles. Una convivencia en paz y en libertad bajo el Reinado de Su Majestad Don Juan Carlos I. Yo le puedo preguntar: ¿vivimos hoy peor que hace dos años? Todo lo contrario. Podemos dar gracias al Jefe del Estado, es decir, nuestro Rey, por poder habitar un principio de democracia, de democracia de verdad. Y yo quiero contribuir a esa democracia parlamentaria mostrando mi lealtad y la de mi partido a la Corona española. Quiero proponerle a usted un consenso en nuestro modelo parlamentario: la división de las Cortes en Congreso de los Diputados y Senado y que nos alejemos de ese modelo de Estado Federal que algunos ansían para caminar juntos hacia el Estado de las Autonomías, que es algo de sentido común: ¿por qué no construir todos juntos una España en la que cada territorio tenga un cierto autogobierno subordinado en última instancia al Gobierno central? Creo firmemente que una descentralización, por nimia que sea, es positiva para todos. Y quiero además que la Constitución que todos elaboremos permita el fomento de las lenguas regionales como el gallego, el vasco o el catalán en sus respectivos territorios respetando la presencia incuestionable del español como lengua oficial de la Nación.

Yo me esforzaré por lograr una Constitución en la que se reconozcan múltiples derechos y libertades públicas. En primer lugar quiero garantizar el derecho al honor y a la intimidad personal como derecho fundamental, y señalo el derecho a la vida como el más elemental de todos los derechos que puedan existir. Quiero trabajar con usted para garantizar el derecho de reunión, de asociación pacífica y sin armas y por supuesto la libertad de información. Le propongo una mayoría de edad fijada en 20 años tanto para los hombres como para las mujeres, que deben ser iguales ante la Ley y ambos tener garantizado el derecho a voto. En consecuencia, y por todo ello, señor Montero: la soberanía nacional corresponderá al pueblo español siempre y sin excepción. Voy a suponer, y espero no equivocarme, que ambos somos partidarios de la separación de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y le propongo añadir un cuarto poder a la que será nuestra Ley Suprema: el del Tribunal Constitucional, que debe ser el encargado de garantizar el cumplimiento de la Constitución que las Cortes aprueben y el pueblo reafirme. Ninguna Ley, señor Montero, puede ser contraria a la Constitución Española, en la que deberemos garantizar la libertad religiosa mediante un Estado aconfesional. El Estado debe ser aconfesional porque ya hemos visto lo que pasa cuando el Estado no lo es: hay problemas cuando es laico y hay problemas cuando es confesional. No podemos subordinar al Estado a ninguna creencia: correcto, pero eso incluye, bien lo sabrá, el ateísmo o cualquier variedad similar que sea contraria a una mayoría de españoles que es católica. En consecuencia: nunca podrá prohibirse la enseñanza de la Religión en cualquier centro de enseñanza.

Muchas gracias.

FDP: He pasado la tarde viendo a mi abuela en el hospital. En cuanto cene intentaré ponerme. Siento el retraso.

FDP: Tranquilo, yo mañana trabajo y seguramente lo terminemos el Domingo, no hay prisa. Lo primero es lo primero.

Muchas gracias, señor Silván. He visto en su intervención algunos puntos con los que estoy de acuerdo y otros en los que en futuras negociaciones habrá que profundizar para llegar a un acuerdo necesario para la futura Constitución.

En primer lugar quiero decir que el Partido Socialdemócrata es un firme partidario del camino constitucional. Nos sentimos orgullosos del acuerdo histórico alcanzado con el Compromso de Cádiz, que ha dejado claro que el régimen político del futuro en España será un régimen constitucional. Un régimen que respete los derechos y libertades de los españoles. Y, ¿qué derechos y libertades? En primer lugar queremos asegurar una amplia esfera de inmunidad al ciudadano frente al poder politico: que nadie pueda ser asesinado (ni por sentencia judicial, aboliendo la pena de muerte), torturado ni tratado de manera arbitraria. Que exista una tutela judicial efectiva de los derechos y que además los derechos se puedan ejercer tam biñen en su vertiente colectiva, como en el caso de la asociación, la huelga o la manifestación. Y el derecho colectivo más importante: el derecho de sufragio (masculino y femenino, en un proyecto amplio de igualdad) Y que exista también la libertad de conciencia con pleno respeto a la libertad religiosa, sí, donde para ello será necesario un Estado laico (me pregunto qué quiere decir con "aconfesional") en el que por supouesto no se persiga la religión, faltaría más, pero también que no permita que la moral particular de una confesión impregne las instituciones y genere indefensión.

Pero junto con todos estos derechos civiles, necesitamos que nuestra Constitución sea pionera en incluir un proyecto político basado en la solidaridad y la igualdad, donde se reconozcan derechos obligatorios y reclamables ante los tribunales como la educación y la sanidad y donde también se incluya un proyecto social en materia de vivienda, de Seguridad Social, de participacion de los trabajadores en sus empresas y hasta de protección de nuestro patrimonio natural. Es decir: necesitamos un país que combine la más amplia libertad política con un proyecto irrenunciable de justicia social.

En cuanto a la configuración institucional de la España democrática, el PSD apuesta por un modelo basado en la centralidad del Parlamento, encargado de legislar y de controlar al Gobierno, pero donde, debido a nuestra pluralidad, exista también un Senado que represente a los diferentes entes territoriales del país y asegure la coordinación para preservar la igualdad en un Estado plural como el nuestro. Por último, compartimos también la idea de la necesidad de un Tribunal Constitucional, que no sólo enjuicie la constitucionalidad de las leyes, sino que además resuelva conflictos en los órganos e incluso sea el garante de los derechos fundamentales de los españoles.

Esto nos lleva en siguiente lugar al modelo territorial. La posición del PSD ya es conocida. Abogamos por un Estado Federal que asegure una amplia autonomía política, económica y administrativa. Esto incluye que se podrán constituir diferentes Estados como entes territoriales (semejantes a los "states" estadounidenses y los "Länder" alemanes) que se dotarán de una Constitución o estatuto estatal donde se recogerán las particularidades de cada región dentro de lo establecido por la Constitución Federal, marco que regulará dicha autonomía y que asegurará la unidad nacional dentro de la diversidad que nos enriquece como nación. Abogamos además por un completo sistema de financiación que no sólo otorgue recursos a los estados, sino que además asegure la igualdad territorial dotando de más recursos a los estados que más lo necesiten, con el fin de que el desarrollo beneficie a todos y los españoles tengan los mismos derechos vivan donde vivan.

Llegamos por fin a otro punto vital de nuestro debate: la forma de Estado. Los socialdemócratas abogamos por una República parlamentaria. Puedo entender que algunos partidos defiendan la monarquía. Pero no hay que olvidar que si pretendemos una ruptura democrática (una ruptura tranquila, pero sustancial), no podemos aceptar la monarquía ni como concepto (que la jefatura de estado a las puertas del siglo XXI se le atribuya a alguien por linaje chirría a oídos de cualquier demócrata) ni como origen (la actual monarquía no es fruto de la historia, sino fruto de la Ley Orgánica del Estado donde Franco eligió al monarca como sucesor). Por eso nosotros creemos que el Gobierno debe ser titular del poder ejecutivo y el Jefe de Estado, elegido por el Parlamento con una mayoria amplísima (necesariamente entre los dos primeros partidos) entre personas de reconocida valía, patriotismo y servicio al país. Esto no significa que vayamos a despreciar el papel histórico de la monarquía. Nosotros no tendremos problemas en otorgar un papel importante a Juan Carlos en las relaciones exteriores o en organismos de tipo histórico, pero defendemos que la politica ha de ponerse en manos de instituciones directamente legitimadas por ese pueblo soberano del que usted ha hablado, señor Silván.

En definitiva: los socialdemócratas defendemos una Constitución de todos, con derechos civiles y sociales en un marco de separación de poderes, con un Estado Federal y una República parlamentaria.

Muchas gracias.

FDP: Estoy escribendo con un netbook y no me apaño muy bien, con lo que disculpad las más que probables faltas de ortografía.

Muchas gracias. Pues bien, señor Montero, adentrándonos en la Política Económica y Social, como ha señalado el moderador, debo decir que para mí, la mejor política social es crear empleo. ¿Qué puede haber más social que permitir que las familias españolas tengan dinero para llegar a fin de mes? Por lo tanto (el propio bloque lo marca así) ligaré estrechamente las medidas económicas y creadoras de empleo que propondré en caso de ser elegido presidente del Gobierno a las medidas sociales de mi partido.

Mire usted: hay que defender la Economía liberal y conformar un Estado genuinamente liberal, democrático y de Derecho. Esa debe ser la constitución de nuestro Estado, del Estado Español: liberal, democrático y de Derecho. En primer lugar porque sin libertad no puede haber democracia y en segundo lugar destacando la supremacía de la Ley como límite de la libertad. Un Estado con un sistema económico amparado en el capitalismo, en el que exista libertad de empresa, libertad de mercado, librecomercio. Porque sólo abrazando el libre mercado podremos salir de la crisis. Yo propondré a la Nación medidas liberales para mejorar la calidad de vida de la gente: y si los españoles me dan su confianza para ganar las próximas Elecciones Legislativas, podremos lograr una Economía con unos impuestos bajos y una apuesta decidida por el sector servicios y por la integración en la Comunidad Económica Europea siempre que no suponga perder puntos clave de la Soberanía Nacional española.

Mire, integrarnos en la Comunidad Europea será algo positivo para todo nuestro país. Ganaremos en empleo, en competitividad, en comercio internacional... nos permitirá lograr otro de los objetivos importantes para España a corto plazo, como es reducir el déficit que afecta al Estado. Existen varias formas: una de ellas, ya la hemos dicho: reducir los impuestos. La otra, incrementar nuestras exportaciones. Para esto considero de importancia capital integrarnos en la Comunidad Económica Europea. Yo no veo mal reunirnos con los demás países europeos para firmar tratados de librecomercio internacional. Es un reto que la Nación tendrá que afrontar y debemos estar preparados. Por eso, el comercio internacional será lo que queramos que sea, señor Montero: una gran oportunidad, o un quebradero de cabeza. Espero que en réplica tenga la oportunidad de explicar cuál es su posición y qué va a decir su partido al respecto de un reto tan importante como este. Por supuesto lo primero que hará Alianza Popular si finalmente es la opción de la mayoría de la gente, pondrá en marcha un Plan de Reforma de la Administración Pública que tendrá varios puntos fundamentales que espero que reciban su apoyo. En primer lugar, quiero reducir la burocracia, porque en época de crisis económica es fundamental hacerle las cosas más fáciles a las personas. En segundo lugar me gustaría que todas las Administraciones atiendan al ciudadano en la lengua que éste desee y como es natural es mi deseo también congelar los sueldos del funcionariado como una de las primeras medidas de un quizá próximo Gobierno de Alianza Popular.

Por supuesto, quiero adquirir hoy aquí ante usted y ante España entera un compromiso social con aquellas personas discapacitadas. Alianza Popular elaborará una moderna Ley de Ayuda a las Personas Dependientes en la que dotaremos de presupuesto a las familias con personas dependientes y de medios físicos a las escuelas y centros públicos. Me comprometo a facilitar el acceso a la Vivienda no sólo para las personas dependientes sino para toda la población: garantizo que las personas discapacitadas recibirán un trato exactamente igual que cualquiera de nosotros, y diseñaremos programas de formación de empleo especiales para los dependientes. Éste es mi compromiso económico y social con los españoles.

Gracias.

Muchas gracias, señor Silván.

Por nuestra parte el Partido Socialdemócrata establece una unión entre la recuperación económica y el avance en la justicia social: cualquier crecimiento económico va a ir ligado a una mejora de los servicios públicos y mayores derechos sociales, que deben estar contemplados y regulados en la propia Constitución.

Comencemos por la recuperación económica. La situación no es buena, dejémoslo claro. La inflación galopante, sin duda nuestro mayor problema en términos macroeconómicos, compromete la salud general del sistema. La eficacia del sector público brilla por su ausencia y lo que es peor: el desempleo alcanza cotas históricas y familias enteras carencen de cualquier ingreso. ¿Quién ha logrado eso? Pues sin duda un sistema político autoritario, gobernado por personas sin la más mínima preparación y competencia que no han podido adaptar la economía española a un nuevo escenario. Y esas personas, señor Silván, no lo olvide, están en su partido, le hacen su campaña y quieren ganar las elecciones para seguir mandando sin haber hecho propósito de enmienda. Por eso, si quiere usted tener credibilidad para hablar de economía y de recuperación debe hacer propósito de enmienda, pedir disculpas por la gestión de las personas que van en las listas y presentar un proyecto fiable.

Por nuestra parte, hemos presentado una completa Propuesta por el Crecimiento Económico y el Empleo que integra nuestro Programa Electoral y que ha sido alabada por diversos medios económicos y sociales y que hoy en día es la apuesta más segura que cualquier español puede hacer para asegurar la prosperidad de España. Por eso nuestro mayor reto será controlar la inflación limitando la emisión de la moneda y en cierta medida también favoreciendo la moderación salarial para asegurar la estabilidad del sistema, junto a otras medidas como la devaluación de la peseta hasta alcanzar su valor finanicero real. Medidas que sin duda han de ser negociadas, pero que han de ser tomadas por la salud general de nuestra economía.

Otra de mis grandes preocupaciones es el empleo, donde existen colectivos con grandes dificultades para acceder a un puesto de trabajo. Por eos hemos propuesto un completo programa de pago parcial de las contribuciones sociales a cargo del empleador para determinadas personas, algo que sin duda contribuirá a mejorar las perspectivas de empleo. Junto con esto hay que mejorar los porgramas de desempleo. Y todo esto hay que hacerlo mejorando el diálogo social, sin trabas a la libertad sindical y asegurando la existencia de órganos de negociación colectiva porque los trabajadores deben tener la oportunidad de pactar sus condiciones de trabajo.

También quiero destacar la enorme importancia que tendrá nuestro ingreso en la Comunidad Económica Europea para importantes sectores. Nosotros hemos previsto que con la percepción de fondos como el Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria, el Fondo Social Europeo o el Fondo Europeo de Desarrollo Regional el sector exterior aporte al PIB un 1,5 anual, mejorando sin duda nuestra economía. Si bien ésas son previsiones a medio plazo, son necesarias medidas de apertura inmediata al exterior, como es la mejora del sistema arancelario, la liberalización de algunos sectores y la ayuda pública a la internacionalizació de la economía a través de instituciones como el Instituto de Crédito Oficial con líneas de 250.000 pesetas para la actuación en el exterior, mejorando así nuestra balanza de pagos.

Y hay que mejorar también la eficacia del sector público. Hay que descongentionar los atascos burocráticos propios de estructuras obsoletas provocados por décadas de autoritarismo e irracionalidad. Una mejora por ejemplo en las entidades del Instituto Nacional de Industria, pero también en otros sistemas como el fiscal, donde es necesaria una mayor inspección para evitar el actual fraude generalizado y ese sistema fiscal debe estar caracterizado por la progresividad, donde pague más el que más tiene y todos contribuyan el sostenimiento de los gastos públicos según su capacidad, procurando que estos impuestos nunca sean tan altos que alcancen la confiscatoriedad. Eso sí, a lo que me opongo es a congelar el sueldo a los funcionarios públicos. Unos sueldos que ya son bajos de por sí y que no merecen pagar los platos rotos de la crisis causada por el franquismo. Naturalmente la moderación salarial les afectará, pero no congelaremos unos salrios de modo que pierdan el 22 % de su poder adquisitvo, condenando a nuestros militares, policías, bomberos, médicos o maestros a la indigencia como pide usted sin ninguna sensibilidad. Preferimos ahorrar en cosas como la maraña de altos cargos superfluos e inútiles y que nos comprometemos a reducir de manera drástica presentando un completo informe al Parlamento.

Y llegamos ahora a la política social, una de las señas de identidad dle futuro Gobierno socialdemócrata. Nosotros apostamos porque la salida de la crisis vaya de la mano del crecimiento de los servicios públicos para crear empleo y prosperidad. Apostamos por ejemplo por renovar y potenciar el Sistema Nacional de Educación para favorecer la calidad y la universalidad real del sistema, con la construcción de centros y la contratación de profesores. Y aspiro a que cada alumno, independientemente de su bolsillo, tenga las mismas oportunidades que los demás para lo cual pondremos en marcha un nuevo Sistema Nacional de Becas dependiendo de la renta y del talento de los alumnos para que nadie se quede atrás yh nuestros hijos protagonicen el despegue definitivo de España. Y además reforzaremos nuestro sistema de secundaria y nuestro sistema universitario con nuevas leyes específicas.

El sistema sanitario será otra de nuestras señas de identidad con una nueva Ley General de Sanidad que asegure la universalidad y racionalice el sistema en atención primaria y atención especializada y dé una cobertura completa a todos los españoles de carácter público algo que requerirá inversiones que a la larga crearán estabilidad y empleo. Una sanidad unida a importantes servicios sociales y aquí quiero destacar la importancia que para nosotros tendrán las pensiones, aumentando su cuantía y creando la figura de la Pensión No Contributiva que impida que ningún anciano quede en la indigencia como sucede en la actualidad.

Y estos programas irán acompañados de otras medidas como por ejemplo en materia de apoyo a las familias, de cuidado a nuestro entorno natural, de acceso a la vivienda con nuestro "Plan 200.000" de construcción de viviendas de protección oficial en régimen de compra y alquiler, de apoyo a las personas con movilidad reducida y muchas más que aseguren que el proyecto político de la democracia va acompañado del compromiso social con los que más necesitan el apoyo del Estado, haciendo de la solidaridad y de la fortaleza del Estado - provisor una de las señas de identidad de mi Gobierno.

Sí, muchas gracias.

Señor Montero: voy a serle muy claro en esta materia. Al terrorismo no se le puede combatir por un medio que no sea la lucha policial en su contra. Jamás, repito, jamás, debemos dialogar con los asesinos, porque ellos son los que coartan nuestra propia libertad. Por eso, quiero anunciarle dos de las primeras medidas que tomaré si los españoles me dan su confianza para ser el próximo presidente del Gobierno. En primer lugar, tengo la intención de proponer a todas las fuerzas políticas democráticas el llamado Acuerdo por las Libertades y Contra el Terrorismo, un acuerdo que deje bien claro que la forma de derrotar a los asesinos es mediante el Estado de Derecho y con la Ley en la mano. Debemos por lo tanto confiar en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un acuerdo, en suma, señor Montero, que prohíba cualquier tipo de negociación política con terroristas. En segundo lugar, Alianza Popular propondrá a las Cortes Generales una Declaración Institucional Contra el Terrorismo, con contenidos similares al Acuerdo que anteriormente he explicado. ¿Por qué se hace? Para dejar muy claro, fíjese en lo que le digo, que la voluntad del pueblo español, soberano representado en las Cortes, es la de derrotar a los terroristas sin diálogo, sin concesiones, y sin negociación.

Voy a proponer también al menos dos tipos de Policía. El primero, la Policía Nacional, con jurisdicción como es evidente en toda España. Será la nueva denominación al llamado Cuerpo General de Policía, y tendrá como fin proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la Seguridad Ciudadana. Además, en aras de lograr más seguridad y mayor confianza en nuestras calles, crearé un cuerpo de Policía Municipal en prácticamente todos los municipios de esta Nación. Por supuesto, ambos cuerpos de Policía serán independientes de la Guardia Civil, como es normal. De esta manera estaremos más y mejor preparados para plantar cara al terrorismo.

Y para que nadie dude de nuestro compromiso en contra del terrorismo, elaboraremos una Ley de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, para la que reclamaré, señor Montero, el apoyo de todo el Parlamento Nacional. Voy a pedir a todos los demócratas de verdad que apoyen esa iniciativa que pondrá en marcha Alianza Popular. Las víctimas del terrorismo son el motivo de nuestra lucha contra los asesinos. Representan la respuesta que ofrece la democracia ante el terrorismo, y cualquier tipo de diálogo con ellos sería faltar al respeto y al honor de las víctimas y sus familias. Los españoles hemos pagado un precio muy alto en la sangre y en el dolor de las víctimas. Pero es el único precio que estamos dispuestos a pagar ante ETA y el resto de bandas armadas. Y señor Montero, si finalmente creamos esos Cuerpos de Policía, dentro de la propia estructura del Cuerpo Nacional de Policía, propondremos una División Nacional Antiterrorista que se dedique especialmente a la detención de etarras y demás terroristas.

Gracias.

Muchas gracias, señor Silván.

Estas elecciones sin duda deben suponer un punto de inflexión en lo que respecta al terrorismo. Por supuesto, todo el mundo sabe que el Partido Socialdemócrata es totalmente contrario a cualquier forma de terrorismo y así lo hemos manifestado en multitud de ocasiones.

Hoy hay bandas terroristas que han luchado contra la dictadura. Son bandas como ETA, los GRAPO o el FRAP. Tras estos comicios ya no habrá régimen terrorista que combatir por lo que cualquier actividad armada pierde cualquier atisbo de legitimidad. Por eso, si soy elegido Presidente del Gobierno, seré muy claro: si estos grupos quieren dejar las armas e insertarse en el proceso democrático, el Gobierno facilitará este proceso con los medios a su alcance y con medio de la ley. Pero si por el contrario existen grupos que siguen queriendo tomar las armas en un sistema democrático pondremos todos los medios a nuestro alcance para combatir ese atentado al Estado y a la democracia. Nunca emplearemos medios ilegítimos o brutales para combatirlos, pero ningún terrorista tendrá descanso o refugio.

En este sentido creo fundamental que, en el caso de persistir el terrorismo, debemos abordar medidas como la mejora de la efectividad de los cuerpos policiales con nuevas estructuras especializadas. Y también será necesario iniciar la cooperación internacional con países como Francia, algo a lo que ayudará las intenciones del futuro Gobierno socialdemócrata de insertar a España en la CEE. Pero además es necesario garantizar que la lucha contra el terrorismo, al contrario que el propio terrorismo, será completamente legítima. Para ello regularemos instituciones como el "habeas corpus", limitaremos la prisión provisional y seremos taxativos en el caso de las detenciones ilegales o las torturas.

Por último, respecto a su "Ley de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo", permítame mostrar mi escepticismo. ¿Qué víctimas? Naturalmente nadie tiene inconveniente en apoyar y solidarizarse públicamente con los civiles o funcionarios rasos asesinados, pero ¿una ley que reconozca públicamente a dictadores o asesinos como los señores Carrero Blanco o Melitón Manzanas? No, eso no. Ahí no nos va a encontrar. Le pido por lo tanto mesura y reflexión.

En cuanto a la seguridad, pretendemos llevar a cabo una reforma de las esructuras. En cuanto al Ejército, abogamos, por motivos de eficacia, por la unión de los tres ejércitos bajo la figura de un nuevo Ministerio de Defensa al estilo europeo. Apostamos también por la modernización y por la inclusión de nuestras estructuras internacionales en la Cooperación Política Europea (CPE), algo que sin duda añadirá formación y eficacia.

Y en cuanto a las estructuras policiales queremos favorecer la integración entre la Policía Nacional y la Guardia Civil mediante centros de mando conjuntos que favorezcan la coordinación, ya que el hecho de que estas estructuras vayan por separado no favorece nuestra seguridad.